miércoles, 26 de octubre de 2011

RECORTES

Sanidad, educación, servicios sociales, han sufrido, están sufriendo y seguirán sufriendo, las ansias de recortes que esgrimen los dirigentes políticos, porque la situación económica no permite más dispendios.

Claro, eso parece muy bien, pero si uno analiza, someramente, no hace falta profundizar en exceso, se observa que cada día el número de políticos, de todas clases, concejales, alcaldes, miembros de Diputaciones, Mancomunidades y otros entes similares, que se liberan, que reciben un sueldo de las arcas públicas, crece y crece de forma exponencial. Y, claro, con tanto poder, y tantas decisiones que tienen que tomar, necesitan rodearse de una catelva de asesores, consejeros y personas varias, para que les ayuden, para que les hagan el trabajo, ya que los técnicos que existen en las plantillas no les valen, más que nada porque no se van a plegar a sus intereses.

Además, se asignan gastos de representación de forma desproporcionada, se adjudican prebendas inimaginables, que son excesivos para cualquier persona de la calle, y, encima, los coches oficiales crecen por doquier.

Resulta que no hay dinero público, pero se recapitalizan bancos y cajas, que están en condiciones económicas muy difíciles, y salta, en los últimos días, a la palestra informativa que consejeros de la Caja de Ahorros del Mediterráneo y de Novacaixa Galicia, entidades que han sido generosamente ayudadas con fondos públicos, porque estaban casi quebradas, han recibido cuantiosas indemnizaciones, por lo “bien” que lo han hecho. Dinero que ha salido de los bolsillos de los ciudadanos, los mismos a los que se les está recortando la calidad en la educación, en la sanidad y en los servicios asistenciales.

Y digo yo, ¿porqué se ayuda a las entidades financieras, culpables, en gran medida, de lo sucedido, y no se ha hecho lo mismo con las empresas, que son las que generan empleo de verdad, y se las ha dejado caer, sin miramientos?

¿Es que una fábrica no es lo mismo que un banco? O, tal vez, ¿es que en el Consejo de Administración de una fábrica no se va a sentar un político, pero en el de un banco sí lo puedo hacer? Claro, y es que el futuro personal, cuando deje la política, es importante.
Y para más inri, los Diputados y Senadores, hombres y mujeres que trabajan con denuedo y esfuerzo, como el tenderete se cierra antes de tiempo, por el adelanto electoral, les tienen que indemnizar con cantidades cercanas a los ocho mil euros, pobrecitos. Ahora, una empresa cierra, y los trabajadores, que se van a la calle, lo hacen sin cobrar, y no saben cuando van a cobrar, y no todo, solo una parte, a ver cuándo lo hacen, cuando el dinero sale del mismo sitio.
Pero claro, es muy fácil, reducir profesorado público, cerrar quirófanos y hospitales públicos, residencias de ancianos, de discapacitados, mantenidas con dinero público, porque los hijos y familiares de los que toman las decisiones no utilizan ni utilizarán esos servicios, ya que están bien amparados por el sector privado.

Cuando en Madrid se habla de ahorrar ochenta millones de euros en profesores, uno lo único que hace es sonreirse, porque con el presupuesto que maneja la Comunidad de Dª Esperanza Aguirre, es infímo ese gasto, además de ser uno de los más importantes, y seguro que en otras partidas, como subvenciones a entidades afines, el gasto es mucho mayor y, si no, si tanto quieren ahorrar que reorganice la radiotelevisión, magnificadas, que es un auténtico pozo sin fondo, en el que el dinero cae y cae, y no se observan resultados tangibles.

Y luego, nos gastamos los dineros en comisiones, auditorías y similares, organismos que se crean, previo abono de gastos por asistencia a los mismos, para estudiar la situación del personal a nuestro cargo, para ver dónde se puede recortar. Pero eso sí, de aquellos que no son afines a nuestros pensamientos y opiniones, y sin tener en cuenta la valía del que se puede ir a la calle. Pero si se mirasen ellos mismos, se darían cuenta que los que sobran son muchos de ellos.

Y en este país, que están controladas y cuantificadas las cantidades que se gastan en funcionarios, se dice el número de liberados sindicales que existen, cuanto cuestan y con todo lujo de detalles, y, sin embargo, tan solo existen estimaciones del número de liberados políticos y de su pleyade de asesores, que inundan las administraciones, desplazando a los verdaderos profesionales. No hay cifras oficiales, ¿porqué?, simplemente porque no interesa que se conozca el dato, sin lugar a dudas, totalmente disparatado, desmedido.

Y es que, hoy en día, más vale una persona de confianza, sin formación, sin experiencia, más de una vez y más de dos, que el técnico, el profesional, formado, que lleva trabajando en la administración años y años.

No se puede pagar el gasto farmaceutico, pero si es importante renovar, a bombo y platillo, y con todo el coste posible, toda la cúpula directiva de una radiotelevisión pública, desplazando a todos los anteriores.

No tenemos dinero para mantener servicios de urgencias abiertos, pero si para gastar ingentes cantidades en embajadas autonómicas, si autonómicas, en el extranjero, y para la llamada “inmersión” lingüística.

No tenemos dinero para centros de asistencia, pero si para mantener circuitos de velocidad, urbanos, que cuestan un pastizal.

Y así unos y otros hacen lo mismo, para ti no hay dinero, pero para mí sí.

Ahora, a las puertas de unas elecciones, y como en tiempo de ofertas, los dos candidatos mayoritarios dicen que hay que reorganizar todo el sistema político, que si las Diputaciones lo mismo sobran (que sí), que hay demasiados Diputados y Senadores (que también), que hay que reducir cargos públicos (otra verdad), pero claro, eso se dice en campaña, porque el que gane, a ver como le explica a los suyos, que están esperando, expectantes, ansiosos, para acceder a los puestos de poder, a los cargos importantes, que no hay tanto pastel para tantas bocas, y, claro, se tendrá que plegar, si quiere mantener intacta su poltrona, y no verse desplazado con maniobras en la sombra, y hasta a la luz del día.

Y entre tanto recorte, anunciado, efectuado, lo que se está generando es mayor desempleo, mayor pobreza, y con el avance de la reducción, casi desaparición de la inversión pública, lo que se está atacando a la línea de flotación de una supuesta y posible recuperación económica, porque siempre se ha visto el sector público como un generador de empleo, empleo que ahora no va a existir, y esto va a ralentizar la pretendida recuperación.

Y ahora cuando el desencantado pueblo designe un nuevo gobernante, que tiene todos los visos de ser el que hoy está en la oposición, sus primeras decisiones irán encaminadas a borrar todo lo que recuerde al que hoy gobierna, sin pararse a pensar si hay algo bueno.

Y es que así somos los españoles, con el “y tu más”, nos permitimos tirar por tierra todo lo anterior.

Sin vislumbrar ningún atisbo de que esto mejore, porque unos y otros no saben o no quieren, o no pueden, al estar sometidos a decisiones de otros órganos, ya sean políticos, ya sean económicos, uno dice “madrecita, quédame como estoy”

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